tarta crujiente de pera y chocolate

Y esta semana me adelanto!

Como ya os dije, participo en el concurso de "El Postre del Verano" de Cupcakelosophy, y como se pueden presentar un máximo de dos recetas, y a mí ideas no me faltan ahora que tengo tiempo... ahí va mi segundo postre!!!!!!!

Os diré, que cuando cocino, lo que más me gusta e impresiona de todo el proceso es el aroma que desprende lo que esté haciendo. Sobre todo con los dulces, el olor envuelve toda la casa, lo llena todo, sale por la ventana, se mete a fisgonear en otras casa... todo queda cubierto por el aroma que sale del horno.

Pues esta tarta crujiente ha sido, hasta ahora, la que más me ha calado. Es increíble como, desde el momento en que estaba cocinando la pera, se podían distinguir perfectamente todos los olores que salían de los "fogones".

Si os animáis a hacerla, centrad vuestra atención en el sentido del olfato. Os aseguro que describe perfectamente lo buenísima que está.

Y no me lío más.

Ingredientes:
Masa Crujiente
- 1 huevo
- 125 grs. de azúcar
- 20 grs. de aceite de girasol
- 3 grs. de levadura en polvo
- 85 grs. de harina
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 75 grs. de leche
- media barra de chocolate 


Compota de pera
- 3 peras grandes
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- 1 cucharadita de canela

Lo primero que os aconsejo que hagáis es preparar la compota: ponemos a fuego lento las peras peladas y cortadas con el azúcar y la canela. Vamos dejando que se cocinen poco a poco, sin prisa, hasta que quede casi una mermelada, pero la pera no tiene que estar totalmente deshecha.

Vamos con la masa: mezclamos el huevo con el aceite, la leche y la vainilla. Una vez mezclado todo, añadimos el azúcar y removemos bien con las varillas para que entre aire en la masa.

Vamos añadiendo poco a poco el harina y después la levadura, sin dejar de remover.

Echamos todo en el molde y por encima el chocolate troceado.

Es una masa bastante espesa, así que no se os va a hundir.

Y ahora sí, por encima, echamos la compota de pera. 

Lo curioso de esta tarta crujiente es que la base es la compota y el chocolate, y no al contrario.

Metemos en el horno durante 40 minutos a 180º.

Desmoldamos, dejamos enfriar, y a comer!

Es ideal para comerla fría, ya que la compota se enfría más que el resto y la sensación al comerla es perfecta! Pero os aconsejo que la comáis el mismo día, para que la masa se mantenga crujiente. Pasado un día, pierde su textura, pero aún así, está deliciosa.